Despierto en una cama
que no es la mía, pero si estoy en mi habitación.
Me pica todo el cuerpo, tiene que ser por esta cama, que parecen más trapos que
otra cosa. En toda mi corta vida “O larga, según como se mire”, no he dormido
tan mal, y eso que tengo ya creo que, “Piensa pepe, piensa”, relativamente 21
años, hay veces que me sorprendo de lo listo que soy, “se hasta multiplicar”. Me
desperezo estirándome un poco, siento como se colocan cada una de las vertebras
de mi espalda, “Aquí es cuando valoro realmente ser tan flexible”. Bueno, ya
estoy listo, voy a ver si hay algunas sobras de la cena de anoche, que hubo partido,
por lo que tuvo que sobrar pizza, “Si, desayunar pizza, comiendo basura tan
temprano, pero me encanta cuando es ese tipo de basura”, la miro, la huelo, no
puede saber tan mal, es de anoche, solo tengo que soplar un poco para quitar
esta chapa de cerveza y ¡gualá!, desayuno servido.
Ahora que he desayunado
veré un poco la tele, ya que se han despertado Sara y Juana, mis compañeras de
piso, “No sé ni qué hora es, pero tampoco importa mucho”, me paso el día tumbado
en la cama y viendo la tele en el sofá; aunque nunca me dejan elegir el canal,
tampoco me voy a enfadar, un pajarito me dijo una vez que las televisiones de
ahora tienen no sé cuantos colores, pero la mía es en blanco y negro siempre, así
que echen lo que echen, lo veré igual de mal.
En cuanto me subo el sofá
la veo, a Susana, hay Susana de mi corazón, mi amor imposible, somos como Romeo
y Julieta, separados eternamente por culpa de terceras personas, “No me
preguntes como conozco la historia, pero la sé”, es tan hermosa, y tiene un
pelo tan suave, adoro ese pelo negro azabache. Este es el día, hoy me declaro;
me hacerlo poco a poco, parece que no se ha dado cuenta de mi presencia aun, no
quiero tampoco asustarla, pero no voy a estar aquí todo el día; cuando estoy a
su altura le saludo, “Ni caso”, pruebo de nuevo, “Pasa de mi”, yo que había empezado
tan bien el día y mira como me encuentro ahora, no me lo puedo creer, siempre ignorándome,
esos aires de superioridad no lo aguanto más. Me abalanzo sobre ella con todo
mi cuerpo, no la dejo moverse, “Tampoco parece que se resista, hasta encima
suya me ignora”, siento una rabia que me arde en mi interior, por lo que abro mi
boca y le muerdo en el cuello con todas mis fuerzas, de golpe noto que me
lanzan algo, “¿Un zapatilla?”, me aparto de ella rápidamente y veo a Sara agitando
algo en la mano mientras se acerca gritándome como una energúmena:
-
¡Juanaaaaaa! Otra vez el put* perro esta
mordiendo mi oso de peluche
0 comentarios:
Publicar un comentario